martes, 8 de mayo de 2012

Un pasado que pasado está.

Todo estaba perfecto y pensaba que mi vida nunca iba a cambiar, creía que nunca me iba a dar cuenta de como es la vida realmente, vivía en mi mundo de fantasía y soñaba con ser una princesa, pensaba que nunca iba a crecer, que mis amigos de toda la vida iban a ser para toda la vida, pero el tiempo tuvo que cambiar todo de lugar y aún no entiendo por qué...

Poco a poco, todo en mi vida cambió y con ello pude darme cuenta de como es la vida realmente, tuve que olvidar aquel mundo de ilusiones y fantasías, abandoné el sueño de ser una princesa, ya que sabía que nunca lo iba a alcanzar, supe que tenía que crecer y lo peor, es que tenía que hacerlo sin mis amigos de toda la vida. De repente, todo se convirtió en un recuerdo, me quedé sola a mitad de un camino, sin saber una dirección exacta, entonces caí en lo más hondo, mi fuerza se agotó, pensaba que aún era demasiado pequeña como para luchar con una única compañía: la soledad. Y por eso decidí rendirme, me quedé a la espera de que alguien me tendiese su mano para ayudarme a levantar, pero la espera se me hizo eterna y me paré a pensar que tal vez, tenía que aprender a levantarme sola, así que luché y lo conseguí.

Me levanté y seguí caminando sin rumbo, pero buscando una dirección. Estaba sola, pero nadie era capaz de darse cuenta y a veces sentía que sobraba, llegué a sentir esa sensación de que no le importaba a nadie, solamente era un estorbo y cuando hacía algo bien nadie me decía nada, en cambio, cuando cometía un error el mundo entero venía en mi contra. Nadie era capaz de darse cuenta del dolor que sentía aún siendo una niña, de la soledad que tanto miedo me llegó a dar y ya estaba tan cansada de esperar a que alguien se preocupase por mí que decidí empezar una lucha por mi misma, sin necesidad de tener a nadie a mi alrededor.

Ya no me preocupa la soledad, porque un día aprendí a vivir con ella, pero aún así le tengo miedo y si vuelve a mi vida tendría que empezar de nuevo una vez más. Ya no me importa el dolor, he sentido tanto que ahora ya no siento nada. Si mi vida vuelve a cambiar, yo volveré a luchar. Si todo se desordena, yo lo ordenaré. Si la vida no me sonríe, le sonreiré yo a ella, porque me he dado cuenta de que no merece la pena sufrir, el sufrimiento y el dolor solamente me impiden que siga adelante, por eso he decidido dejarlos atrás y sonreír, porque si sonrío sé que todo será más fácil, con una sonrisa podré ver todo esto que he vivido como un pasado que me dejó una cicatriz la cual me quedará marcada para siempre. Puede que aún me queden muchos malos momentos por vivir, muchos nuevos caminos por recorrer, nuevos errores que cometer, pero esperaré todo aquello que tenga que venir, no me voy a preocupar, no voy a sentir más dolor, no voy a rendirme nunca más, no lloraré por mis errores, porque ya he llorado bastante, he llegado a llorar sin motivos, he llorado porque me he sentido confusa y nadie ha estado ahí para aclararme, he estado sola durante demasiado tiempo, y si la soledad vuelve a mi vida tendré que vivir con ella como ya hice un día. He tropezado y no he sabido como levantarme. Ahora no quiero llorar más, sé que eso ya no merece la pena y solo me queda sonreír, intentar ser feliz con lo que tengo sin necesidad de tener más, y llegar a la meta que me he marcado en este camino, pero no quiero ganar, no importa que llegue la última, ya me he acostumbrado a serlo, así que si soy la última no me sentiré derrotada, solamente sentiré que he sido la que más ha tardado en llegar, pero al final lo he conseguido. He sido tantas veces derrotada, que ya vivo las derrotas como victorias, porque ganar merece la pena, pero perder tampoco está mal, ya que si pierdo lucharé para así poder ganar, pero si gano no lucharé más, dado que ya he conseguido la victoria. He tenido un pasado demasiado doloroso, pero aún así no lo voy a olvidar, porque de él he aprendido a ser quien soy ahora, ese pasado que ayer tuve me ha enseñado a ser más fuerte, a perder el miedo de equivocarme, a llegar a levantarme sin nadie que me dé la mano, a dejar todo atrás y construir un nuevo comienzo, a sonreír pese a todo y lo que más me ha enseñado, es que la vida puede llegar a quitarme todo lo que tengo, pero siempre me devuelve algo mejor, porque a pesar del pasado que me tocó vivir, ahora no me siento sola, ahora sé que tengo a mucha gente alrededor, ahora sé que si me caigo tendré más de una mano para poder levantar, ahora es cuando sé que la vida algunos días tiene que apuñalarme y otros traerme flores, ahora es cuando puedo decir que hoy soy feliz con lo que tengo, pero también deseo tener aquello que un día tuve y la vida me lo quitó.


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