martes, 30 de abril de 2013

Me voy a ser feliz. No me esperéis despiertos.

A base de golpes, caídas, heridas, lágrimas y soledad, es como he aprendido a ser fuerte. Porque sé lo que es la soledad, sé lo que es caer y no tener a nadie ahí para ayudarme a levantar, sé lo que es el dolor, sé lo que es tener una herida abierta y sangrando. Yo caí en un abismo, y ahí no se veía nada. Pero pude salir y lo hice sola. Tal vez esto es lo que me ha ayudado a madurar, a mirar la vida como un laberinto difícil y cargado de obstáculos, pero con una salida que me lleva a vivir momentos repletos de alegría. Puede que la vida tenga malos momentos, quizá el número de tristezas sea mayor que el de alegrías, o viceversa, no lo sé. Lo que sé es que es maravillosa, a pesar de todo, la vida es uno de nuestros mayores regalos. Y todo regalo se acaba rompiendo, desvaneciendo, perdiendo, o simplemente se tira a la basura porque ya es demasiado viejo. ¿Por qué no iba a terminar la vida? Toda historia tiene principio, y también final. Todas las historias tienen comas que nos ayudan a respirar, puntos que nos hacen recuperar el aliento para poder seguir adelante... La vida también tiene comas para ayudarnos a respirar, puntos que nos indican el final de un párrafo, de un camino, de un atajo, y nos hace comenzar una vez más, en la misma historia, pero por un lugar desconocido. Y encontrarnos con el punto y final es como quedarse respirando eternamente dentro de un mundo sin oxígeno, es la pausa más larga que nos tomamos antes de seguir. ¿Seguir hacia dónde? No lo sé, no tengo ni la más remota idea de hacia dónde iré después de aquí, de esta historia, que es la vida. Pero, mientras tanto, viviré. Haciendo pausas, respirando, recuperando el aliento... Y, sobretodo, aprendiendo de cada error. He nacido para ser feliz, no perfecta. ¿Qué más da lo que digan? ¿Qué más da lo que piensen? Viviré a mi manera, para llegar al puerto que yo quiera. Si tengo que pasar página, cambiaré de libro. No me gusta seguir leyendo una historia que no me gusta. No sé quién estuvo antes de mí, ni quién estará después de mí; sólo sé que yo estoy aquí para vivir. Me voy a ser feliz. No me esperéis despiertos. No sé cuándo regreso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario