miércoles, 11 de septiembre de 2013

Vuelvo a echarte de menos sin querer y queriendo a la vez.

Quiero enterrar este dolor, que no sé dónde está, pero puedo alcanzar a sentirlo muy hondo justo en ese momento en el que te encuentro. Quiero y necesito olvidarte, pero cuanto más trato de hacerlo, con más fuerza te recuerdo. Y así es imposible, es como querer formar un océano con bloques y cemento. No entiendo por qué te has convertido en alguien tan grande e importante para mí. Le he dado tantas vueltas a esto que siento, intentando comprenderlo... Pero siempre acabo mareada y volviendo a echarte en falta. Extrañarte es ilógico, pues nunca te tuve. Quizás sea eso lo que me duela: haber perdido a alguien que nunca tuve y siempre quise tener. A veces, duele más perder algo que nunca se tuvo, que perder algo que se ha tenido toda la vida.

Dijiste que nos volveríamos a ver, pero el tiempo continúa transcurriendo, y tú aún no estás. Me desespera esta espera. Me destroza tu ausencia. Sé que aún puedo contar contigo, que siempre me ayudarás cuando te pida ayuda, que puedo confiar en ti al igual que tú en mí... Pero, en el fondo, sé que te perdí, a pesar de que nunca te encontré. Y duele. Que todo esté tan frío y distante, duele.

Actualmente, mi vida está pasando por una excelente racha. Eres tú quien falta para completarla, para sacarme todas aquellas sonrisas que me sacabas diariamente... Necesito volver a vivir todos los momentos que viví contigo. Y ojalá pudieras estar aquí de nuevo, ojalá todo volviera a empezar de cero...

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