lunes, 20 de agosto de 2012

La absurda realidad.

¿A veces, no te has sentido solo aunque sepas que tienes a mucha gente alrededor? Pues así es como me siento yo día tras día y sé que tengo mucha familia, muchos amigos que me dicen "siempre estaré aquí", pero luego nunca están, y eso duele.

No tener a nadie en quién poder confiar, a quién poder contarle mis problemas, a quién pedirle un abrazo cada vez que lo necesito, en quién poder apoyarme cuando quiero llorar; no tener a nadi, duele.

Tener que levantarme cada día sabiendo que estaré sola de nuevo, estaré una vez más encerrada en recuerdos, llorando a solas, mientras una sonrisa se refleja en mi cara cuando hay alguien cerca; vivir así cada día, duele.

Ver que el tiempo pasa y sigo sin tener ganas de vivir, sin motivación para luchar, sin fuerza para seguir adelante, sin apoyo, sola; ver todos los días la misma mierda, duele.

Saber que la única persona que se acercaba a mí cuando me veía llorar y me sacaba una sonrisa en todos los momentos puede que no regrese a mi lado, duele.

Vivir con una sonrisa por fuera, mientras por dentro me inundan las lágrimas, duele. Tener sólo una mísera hoja en blanco para poder desahogarme, duele.

Tener miedo a caer, porque sé que nadie me ayudará a levantar, me duele mucho. Estoy llena de heridas. Me siento encerrada en una burbuja que va subiendo lentamente y, a medida que sufro, va creciendo y presionándome más. Y yo sigo con la esperanza de poder explotarla, salir de ella y, antes de caer al suelo, caiga sobre alguien que ha extendido sus brazos para salvarme. Entonces será ahí cuándo estaré segura de que le importo a alguien en este insensato mundo.


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