sábado, 31 de agosto de 2013

¿Im?posible.

Siempre he pensado que nada es imposible, y decir que no es posible siempre es una excusa para no luchar por lo que uno quiere. Lo imposible se considera así porque es irreal. ¿Y acaso lo irreal no se puede conseguir? Mis sueños están fuera de la realidad, como los de todos, supongo; pero nunca los he dado por imposibles. Si sueño y no creo en mis sueños, ¿para qué sueño, entonces? No le veo sentido a eso de querer y no poder. Si quiero, puedo. Si queremos, podemos. Y si no quiero luchar cuando puedo hacerlo, tal vez no podré cuando quiera. No voy a perder el tiempo quedándome sentada, esperando a que el tiempo decida por mí. Soy yo la que decide, la que se tiene que levantar todas las veces que sean necesarias y luchar por lo que quiere. La vida es un camino pedregoso que nos hace tropezar en muchas ocasiones, pero en una caída no acaba todo y así, a base de golpes, es como aprendemos cada vez más a vivir. No importa que nadie crea en mí y todo el mundo piense que mis metas son inalcanzables. Lo importante es que yo crea en mí misma, que me convenza de que lo lograré, y creer también que algún día podré gritar "lo conseguí" a todos los que me dijeron que era imposible. Y, si no lo consigo, no piensen que agacharé la cabeza y perderé la sonrisa. Nada de eso. Me quedaré con la cabeza bien alta y con la sonrisa presente, pues al menos podré darme el placer de decir "lo intenté". Porque es mejor intentar un millón de veces un sueño, que soñar y quedarse en la cama sin mover un dedo, creyendo que es imposible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario