miércoles, 17 de octubre de 2012

Una lucha infinita para lograr sobrevivir.

Hay días en los que todo sale bien, en los que sonrío pensando "por fin, he encontrado la felicidad", en los que pienso que todo irá cada vez mejor; pero siempre llega ese jodido momento en el que todo se derrumba; en el que el mundo vuelve a caer sobre mí, dejándome fuera de juego.

Puede que no sea la mejor persona del mundo, ni la más hermosa. No soy perfecta, nadie lo es. He cometido errores. No he sabido comportarme del todo bien. Tengo más de un millón de defectos. He sido cruel. He mentido. Pero tengo corazón, he luchado, he sido fuerte,  he ayudado en todo lo que he podido, nunca me he rendido, he intentado sonreír sin ni siquiera tener motivos, me he caído y me he tenido que levantar sola, sin nadie a mi alrededor. Creo que me merezco un poco de felicidad.

Sé que en la vida nada es fácil. Sé que tengo que luchar por todo aquello que desee, pero esta lucha comienza a cansarme. Lucho, sí, lucho cada vez más y ¿para qué?, si los únicos resultados que obtengo son caídas, tropiezos, heridas... Es difícil seguir adelante sin tener nada que me motive a levantarme cada mañana. Es muy difícil aparentar ser feliz, cuando en realidad sé que no me siento así.

En fin... Ya no entiendo nada. Cada vez que me levanto, lo hago con más fuerza. Intento sonreír. Lucho. ¿Y para qué, si cada vez obtengo peores resultados? No sé qué hacer... Estoy perdida. Necesito el mapa de la vida y también las instrucciones de la misma. Seguiré, ¡claro que seguiré! Nunca me rendiré, aunque es cansino luchar sin obtener méritos; pero aquí estoy y estaré, luchando, siempre luchando para sobrevivir.


Siempre que se avecine una tormenta, yo aprenderé a bailar bajo la lluvia.








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