martes, 11 de septiembre de 2012

Una herida incapaz de cicatrizar.

Ya hace varios días que no me he parado por aquí a escribir y no ha sido por falta de tiempo, ni por problemas con Internet, no, esta vez ha sido por falta de expresión. No sé como expresar este punto en el que me encuentro. No sé si estoy bien, o si se me cae el mundo encima.

Nada me sale bien y cuando pienso que todo comienza a funcionar, zas, se derrumba todo de nuevo. Me siento hundida bajo las sombras del pasado. Mi vida se ha vestido de negro, pero siempre sobresale ese vestido de colores que me hace sonreír por fuera, mientras las lágrimas me ahogan por dentro. No hay un día en el que la vida no me plante un motivo para llorar. Sigo sin entender nada de esta situación. ¿Qué puedo hacer, si todo me sale del revés?

Noto que todo ha cambiado. Ya no me rodean las mismas personas de siempre. Hay algo que se ha movido de lugar y no entiendo por qué. Me siento sola. No confío en nadie, porque sé que nadie sería capaz de entenderme. Me han traicionado tantas veces, que ya no soy capaz de arriesgar. Sé que el que no arriesga no gana, pero me he dado cuenta de que nunca podré ganar, ni siquiera arriesgando, así que prefiero quedarme encerrada entre los brazos del silencio.

No creo en palabras, creo en echos. A mí no me vale leer un "te quiero mucho", ni un "estaré aquí para todo", no, todo eso ya ha acabado. He creído demasiado en palabras que nunca he visto convertidas en echos, así que aquí acaba todo. He quemado en un rincón de mi corazón  todas las palabras que nunca fueron demostradas.

Sí, digan lo que digan, sí estoy sola. Puede que en los buenos momentos tenga a miles de personas a mi lado, pero ¿quién está aquí cuándo necesito llorar? ¿quién está aquí para escucharme? ¿quién está aquí para calmar mi dolor? Me cuesta confiar en alguien y todo por culpa del pasado, ya que ha sido él quién me ha formado estas dudas, este miedo a seguir adelante.

En este mismo instante, estoy llorando. No sé exactamente lo que expresan mis lágrimas. Quizás sean de añoro, o quizás de emoción, o también pueden ser de dolor. No me entiendo ni yo. No soporto esta situación. Me siento desesperada. Siento impotencia y desilusión. Sinceramente, quiero desaparecer de este doloroso mundo. La vida juega en mi contra y siempre me toca perder. Estoy muy harta de pasar todos los días por la misma situación y nunca encontrar una solución. No seré la mejor persona del mundo, pero creo que no me merezco nada de esto tan cruel que la vida me está trayendo cada día...

Esta herida me la había echo el pasado y pensé que el presente había lograrlo curarla, pero veo que es incapaz de cicatrizar.






No hay comentarios:

Publicar un comentario