jueves, 20 de septiembre de 2012

No merece la pena cambiar

Llega un determinado momento en la vida en el que todo se empieza a complicar cada vez más. A medida que pasa el tiempo, me voy dando cuenta de todo; de quiénes son las personas que me apoyan y quiénes son las que están a mi lado por interés; me voy dando cuenta de a quiénes debo creer y a quiénes no.

He creído en falsas promesas, en amistades que me prometieron un "para siempre" y de repente, se han ido. Últimamente, me siento como una imbécil. Soy la típica amiga que está siempre ahí para apoyar y ayudar, pero luego nadie está a mi lado. Lo he dado todo sin pedir nada a cambio. Me he ilusionado demasiado y todo se ha quedado en eso, en una mísera ilusión. Es cierto que el pasado me hizo daño y el presente me va dejando muchas heridas, pero sé que todo eso cicatrizará en el futuro. La vida es mi enemiga y por eso le sonrío, porque me gusta sonreír ante el enemigo.

Estoy convencida de que nadie sabe como soy. En ocasiones, tengo miedo de actuar de la manera que soy realmente. No me termino de aceptar y no entiendo por qué. No creo en mí. No me fío ni de mi sombra. Me cuesta pedir ayuda. Intento resolver mis problemas sola. Me sobra autonomía. No me gusta molestar a nadie para contarle mis penas, porque si de verdad el importo a alguien, ese alguien sabe cuando estoy bien y cuando necesito un hombro para llorar, así que prefiero que se acerquen a mí sin la necesidad de decir nada. Soy muy sonriente y siempre me han tomado como alguien feliz, pero no es así. Mi sonrisa nunca desaparecerá, pero eso no significa la ausencia de problemas, sino la habilidad de sonreír por encima de ellos. Soy perfectamente imperfecta. Puede que mis defectos sean también mis virtudes, o que mis virtudes sean mis defectos. Nadie es perfecto, ¿por qué lo iba a ser yo?

La vida tiene diferentes etapas. En la infancia, parece que todo funciona; el mundo es maravilloso; no existen los problemas. En la adolescencia, etapa en la que me encuentro, me he dado cuenta de que no todo es felicidad. Existen los problemas y ante ellos debo de mantener una actitud positiva, de lo contrario todo podría salir peor. Esta es la etapa en la que maduro. Sé que la vida no es fácil. El tiempo va complicándolo todo, pero nada puede ser imposible si sé la manera correcta de actuar. Lo difícil sólo cuesta un poco más. Me considero como ese tipo de persona que ha tenido las cosas bastante claras. Puede que haya madurado antes de tiempo, la verdad es que lo agradezco. No me gustaría la idea de ser igual que todos los adolescentes de mi edad. Soy incapaz de llevarme bien con una persona de mi edad, dado que pensamos de una manera totalmente diferente. Todas mis amistades son mucho mayores que yo. Aquellos de mi edad ya sólo son unos simples compañeros. He aguantado muchas malas críticas hacia mi persona, pero aquí sigo y seguiré, sin cambiar lo que soy. Hablando de todo, me tengo que ir a danza dentro de muy poco, así que será mejor que escriba breve y precisa. No me gusta la idea de vivir dependiendo de dos agujas que no paran de moverse. Detesto las horas, el reloj, el tiempo.

Para acabar, quiero señalar todo lo que nunca he sido y me gustaría ser. Primeramente, siempre he sido muy tímida y tal vez por ello he dejado escapar demasiadas oportunidades. También me gustaría ser más segura de mí misma. No me gusta encariñarme tan rápido con las personas, pero siempre acabo cogiéndole cariño a toda aquella persona que me muestra aprecio, aunque a veces todo se queda en una falsa mentira. Ayudo a todo el mundo y luego, zas, llega el puñal. Quiero actuar de una manera más dura. No me gusta ser tan débil, aunque sé cuando debo mantenerme fuerte. Si me equivoco, aprendo. Si me caigo, me levanto. Si lloro, sonrío a la vez. Si sufro, me callo. Me gustaría poder mostrar mi dolor. Sonrío todos los días y la mayoría de ellos no me siento bien. No sé si eso de sonreír es una virtud o un defecto. Todo depende del momento y la situación. Sólo sé que no voy a cambiar mi forma de ser. Quién no sepa aceptarme como soy,  adiós. Quién me acepta, bienvenido. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario