miércoles, 30 de mayo de 2012

La historia de Sol-edad.

Me llamo Soledad, y mi afición es mirar el sol, sí, has leído bien, esa es mi afición. Me encanta mirar el sol, porque él siempre me hace ver todo con claridad, es él el que me acompaña todos los días, el que se cuela por la ventana de mi cuarto y le da luz a la misma, le da luz a mi vida, por eso le aprecio tanto, porque sin él mi vida estaría demasiado oscura, todo sería de color negro y detesto ese color, porque es el color del miedo, el color que, cuando lo miro, hace que recuerde todos los malos momentos, el negro es el color de la soledad, es mi peor enemigo, es el que hace que tropiece cuando me intento levantar a mitad de la noche para ir al servicio, es el que no me deja ver, por eso no me gusta el negro, pero con el sol me puedo olvidar de ese color, aunque por las noches todo cambie, por las noches vuelve el negro y yo vuelvo a sentir miedo, a tropezarme, a sentirme sola, a recordar los malos momentos, a no poder ver nada de lo que me rodea y es ahí cuando me dirijo hacia la ventana de mi cuarto, intentando encontrar el sol por algún rincón, pero es imposible. Por las noches, estoy segura de que todo el mundo siente el mismo miedo que yo, porque sin el sol nada es lo mismo, sin el sol la vida parece una película de terror, por eso sentimos miedo de salir a la calle cuando es de noche, ya que sabemos que el cielo estará oscuro, parecerá una pesadilla sin final, todo lo veremos borroso y oscuro. Por las noches, duermo con la esperanza de despertarme por la mañana y ver el sol asomado a mi ventana, intentando entrar de nuevo a mi vida, sonriéndome, expresándome que no sienta miedo, porque él ya está aquí para protegerme, para hacerme ver todo con claridad.

Es el sol, mi mejor amigo, el que pensé que nunca me fallaría, pero estaba equivocada, porque, después de haber pasado mucho tiempo al lado de mi ventana, hoy me he despertado y no estaba ahí. No me lo podía creer e intenté encontrarlo por cualquier lugar. Me dirigí al balcón de mi casa, abrí la puerta que daba hacia la calle, miré por todas las ventanas posibles, abrí todos los armarios, los cajones, miré debajo de todas las mesas, detrás de los muebles, encendí la televisión, e incluso abrí el frigorífico y la puerta del horno de la cocina, pero nada tuvo mérito, el sol me había fallado y lo tenía que reconocer. Parecía increíble, pero era la realidad. Hasta mi mejor amigo, el amigo con el que contaba para todo, el que pensé que estaría a mi lado siempre, el que le daba luz y sentido a mi vida, me había abandonado, entonces todo se volvió oscuro, me sentía asustada y sola, escuchaba ruidos imposibles de describir, mi cuerpo temblaba esperando lo peor. Y de repente, sonó el teléfono; no sabía que hacer, mis pies temblaban demasiado y apenas me dejaban caminar, mis ojos no veían nada, todo estaba negro. Después de haber tropezado varias veces, logré llegar hasta el teléfono, entonces alcé mi mano, lo descolgué y me lo llevé al oído. No me hablaba nadie, solamente se escuchaba un sonido desagradable, parecía el sonido de la lluvia. Comencé a llorar, mis lágrimas mojaban mi cara como las gotas de lluvia mojaban mi vida en ese mismo instante, mis ojos comenzaron a verlo todo borroso como estaba mi vida ahora mismo, me sentía sola, porque así es como me había dejado el sol, sola y, también, decepcionada. Pensé que, alomejor, debía salir a la calle para animarme un poco e intentar olvidarme de todo lo que estaba ocurriendo, así que cogí un abrigo y abrí la puerta de la calle para salir de casa, pero, de repente, comenzó a llover.

Me derrumbé por completo, porque una vez más, tuve que escuchar el ruido de la lluvia. Me detuve en la entrada de mi casa y las gotas de lluvia llegaron a mojarme, pero no tenía fuerzas para entrar en casa, así que decidí vivir bajo la lluvia, sin paraguas, sin sol, con el cielo de color negro, con el miedo que sentía al verlo todo oscuro y, sobretodo, con la soledad.

A pesar de todo, nunca me dí por vencida. Luché por seguir adelante y sabía que tenía que hacerlo sin mi mejor amigo, sin el sol. Me sentía decepcionada, pero ese no era motivo para darlo todo pro perdido. Había perdido un gran amigo, pero la vida tenía que continuar, así que logré hacerlo sin el sol y aprendí que no me puedo fiar de nadie, porque en los momentos menos esperados me puedo quedar sola. Aprendí que no existe nadie capaz de estar a mi lado siempre, dándole luz a mi vida todos los días y haciendo que no sienta miedo. Nadie estará a mi lado para siempre, ni siquiera mi mejor amigo. También aprendí que siempre llegará el momento en el que la soledad sea mi única compañía, por eso he decidido que será ella mi mejor amiga, porque es la soledad lo único que voy a tener cuando no tenga a nadie a mi lado, será ella en la que me apoyaré cuando todos mis mejores amigos se hayan ido. Sé que será la soledad la que estará a mi lado en los peores momentos y sé que me hará sentir sola, pero, alomejor, estar sola es lo mejor. Y es que, nada es para siempre; las amistades, tampoco.


martes, 29 de mayo de 2012

Ya nada volverá a ser como antes.

Por pedir, pido que vuelvas a ser la niña que antes eras, aquella que tenía la cabeza centrada, la que se centraba en sus estudios y pasaba de los demás, la que no se sentía la mejor, solamente, por haber bebido alcohol, por haber ido a una fiesta, o por haber estado con miles de chicos a la vez. Por pedir, pido que todo vuelva a ser como antes, porque me da pena verte tan descentrada, pero yo no puedo hacer nada, ya que para ti yo ya no soy nadie en tu vida, así que no me preocuparé en ayudarte, dado que cada vez que lo he intentado me has insultado, me has dicho que soy la rara, la empollona, e incluso me has dicho que soy una "parada". No te voy a negar que me estás haciendo daño, porque he llegado a llorar por ti, he llegado a llorar porque siento impotencia al ver que no sé qué hacer, no sé si es mejor dejar que nuestra amistad acabe, o intentar solucionarlo todo. La primera opción es imposible, porque nuestra amistad no funcionará nunca más, ya que ahora somos totalmente diferentes, pero no he sido yo la que ha cambiado. Yo no he sido la que ha decidido dejar de lado a una amiga, la que utiliza a las personas por interés, la que ha decidido pasar de los estudios, la que se siente feliz, únicamente, por haber estado con miles de chicos a la vez. Yo no soy esa, porque yo nunca te he dejado de lado, al contrario, he sido tan tonta que he estado a tu lado siempre, incluso cuando no te lo merecías. Yo no te he utilizado, en cambio, tú si lo has hecho conmigo. Me has utilizado y luego, me has tirado como si tirases un papel a la papelera. Yo nunca he pasado de los estudios y tú lo estás haciendo, aunque no te das cuenta, pero cuando abras los ojos, tal vez, ya sea tarde para retroceder, así que tú sabrás lo que haces, yo ya me he cansado de estar detrás de ti, intentando ayudarte, dándote consejos que te entraban por un oído y te salían por el otro, me he cansado de sentirme utilizada, así que cada una por su camino, supongo que así lo quiso el destino.

Nunca olvidaré lo que viví a tu lado, porque nuestros momentos serán inolvidables, nuestros momentos se convertían en carcajadas y ahora se han convertido en unos simples recuerdos, con lágrimas, porque, cada vez que recuerdo todo lo que hemos vivido, lloro. Cada vez que me acuerdo de todo lo que superamos juntas, de la niña que antes eras, de lo que significabas para mí y de lo que yo significaba para ti, rompo a llorar, porque sé que todo esto ya no volverá y me da pena, pero las cosas siempre tienen que cambiar de lugar, así que ha llegado el momento del desorden, de cambiar las cosas de sitio, de olvidarnos la una de la otra, de romper aquella promesa que un día hicimos, la que decía "siempre, para siempre". Ha llegado la hora de ser compañeras, pero nunca amigas.

Por otra parte, cuando te digo que has cambiado dices que es mentira, pero no te das cuenta de que no soy la única que se ha dado cuenta de tu cambio. Personas que apenas te conocen han notado que ya no eres la misma. Por favor, párate a pensar y date cuenta de que ser así, no te llevará a ninguna parte, porque lo único que estás logrando es perder amistades, aunque a ti eso no te importa, dado que ahora tienes a tu amiga, la que te hizo cambiar, la amiga por la que has decido dejarme de lado, pero no te preocupes, no me importa, no necesito a alguien como tú para ser feliz, ya que tengo amistades mejores que la tuya, tengo amigas mucho mejores que tú y olvida todo eso que te dije un día, olvida el momento en el que te dije que eras la mejor amiga que se puede tener, cuando te dije siempre estaría a tu lado, cuando te dije que eras la única persona que me entendía, olvida todos los "te quiero", olvida esas sonrisas que te regalé cuando no sabía que decirte, porque tenía miedo de hablar. Olvida todo lo que hice por ti, olvida todos los trabajos del instituto que tuve que hacer sola, todos los momentos en los que te necesité y no estuviste ahí, todas las lágrimas que derramé por tu culpa. Olvídalo todo, olvídame a mí, porque yo me olvidaré de ti y así, las dos seremos felices.

Aún me cuesta creerme esta situación y, a veces, me pellizco para intentar descubrir que solamente se trata de una pesadilla, pero me he dado cuenta de que esta es la realidad, la cruda realidad. Te he perdido, porque yo lo he querido, porque sé que es lo mejor para mí. Y me has perdido, porque tú lo has querido.

lunes, 28 de mayo de 2012

Quédate conmigo.

Perdón si no supe decir que lo eras todo para mí, perdón por el dolor. Perdona cada lágrima, yo sé que no merezco más, pero si no te tengo aquí, no sé vivir. Quédate conmigo, no te vayas, perdóname si no supe amarte, amor, no era mío el corazón. Quédate conmigo, si no estás no sale el sol. Ya no hay recuerdos del ayer, sólo las horas en tu piel, amándote. Quédate conmigo, no te vayas, perdóname si no supe amarte, amor, no era mío el corazón. Quédate conmigo, si no estás no sale el sol. Y ahora que te veo marchar sé que no te voy a olvidar. 


viernes, 25 de mayo de 2012

Si se apaga, se volverá a cargar.

La solución de mis problemas es tirarme al suelo, ponerme los cascos, encender la radio, poner mi canción preferida, llorar mientras la escucho y reír mientras la canto. Puedo pasarme la tarde entera escuchando música, no me importa no hacer nada, porque la música es la única que siempre logra encontrar la solución de mis problemas, la música hace que mi cabeza imagine que todo es perfecto, entonces es ahí cuando me siento feliz y cuando pienso que todo anda bien, pero, a veces, la radio se tiene que quedar sin batería y es ahí cuando me quedo sin saber que hacer, es en ese momento cuando vuelvo a la realidad  y me doy cuenta de que todo anda mal, no encuentro ninguna solución para mis problemas e intento cantar mi canción, pero no tengo música y tampoco me queda voz para que se llegue a escuchar mi sonido, entonces me derrumbo, no sé que hacer. No tengo música, pero sigo en el suelo, sigo sola en mi habitación, sin luz, veo todo oscuro, igual que mi vida en ese momento. Escucho el silencio y es él el que me hace daño, es el silencio el que siempre me lo grita todo, el que me hace recordar los malos momentos y el que no me deja dormir, porque también hace que mi mente no se calle. Mi mente se pelea con el silencio, cada vez gritan más alto y yo no puedo aguantar tanto ruido, así que decido cerrar los ojos, apretar fuerte mis manos contra mi cabeza e intentar dormir, pero así tampoco lo consigo, porque mis manos notan unos latidos muy fuertes, unos latidos que no sé de donde salen, pero laten muy rápido. Parecen unos latidos muy nerviosos, unos latidos confusos y llenos de dolor. Sigo sin saber de donde salen esos malditos latidos, pero los sigo escuchando, sintiendo e intentando averiguar su origen y, cuando estaba a punto de rendirme, me dí cuenta de que esos latidos salían de mi corazón.

Parecía que mi corazón estaba pidiendo a gritos un poco de música, pero mi radio seguía sin batería, así que comencé a llorar y me abracé a la almohada que se encontraba asfixiada debajo de mi cabeza. Pasé horas encerrada, sola, a oscuras, sin música, peleándome con el silencio e intentando lograr que mi mente se quedara sin decir nada, pero no lo conseguí, así que pensé que, tal vez, quedarse tumbada en el suelo toda la tarde no tendría sentido, tal vez, debía levantarme sin necesidad de tener música en mis oídos. También pensé que, si no me levantaba, iba a ser imposible cargar la radio y eso significaba no poder volver a escuchar música, así que, débilmente, me levanté, me dirigí al cajón en el que guardo todos las cosas más importantes, lo abrí y al ver lo que había allí comencé a reírme, porque pude resolver todos mis problemas de golpe, me dí cuenta de que haberme quedado tumbada y haber perdido todo aquel tiempo, no había merecido la pena, porque lo único que tenía que hacer era levantarme, abrir aquel cajón y coger el cargador de la radio, para así poder volver a escuchar música.

La vida es como una radio, siempre emite los sonidos más bonitos, nuestras canciones preferidas, siempre nos hace vivir y recordar momentos preciosos, pero llega un momento en el que la batería está apunto de acabarse y la radio se apaga, entonces es ahí cuando llegan los problemas, cuando no sabemos que hacer, pero no debemos quedarnos tumbados en el suelo, no debemos rendirnos y darlo todo por perdido, lo único que tenemos que hacer es levantarnos, abrir el cajón en el que guardamos el cargador de la radio y hacer que esta recupere de nuevo su batería, de este modo podremos volver a ser felices, no desperdiciaremos más tiempo encerrados en nuestra habitación esperando a que los problemas los arrastre el viento como un trozo de papel. Lo veremos todo con claridad y si la radio se vuelve a apagar, nos levantaremos y la volveremos a cargar. Karina.

jueves, 24 de mayo de 2012

miércoles, 23 de mayo de 2012

Buscando una sonrisa, mi sonrisa.

Lo único que pido, es que todo vuelva a la normalidad, por favor. No puedo seguir así, necesito encontrar mi sonrisa, encontrar una solución y, sobretodo, luchar. Aún no entiendo nada, no sé lo que me hizo llegar a pensar en todo esto, no sé por qué estoy llorando, no sé por qué no puedo reír, no sé por qué todo está al revés. Siento miedo y estoy llorando. No puedo soportarlo más, necesito una solución, pero ese es el problema, que no la encuentro.

martes, 22 de mayo de 2012

I feel alone.

Hoy es uno de esos días en los que me siento una auténtica mierda, siento que lo único que hago es cometer errores y vivo con el miedo de volver a equivocarme una y otra vez. Hoy es cuando me ha tocado llorar, cuando he sentido que no le importo a NADIE, cuando he vuelto a caer y, otra vez, estoy sola, sin saber que hacer, sin saber que hago aquí, entre tanta gente. Sé que sobro, solamente soy un estorbo y me he dado cuenta de que aquí no pinto nada, solamente me utilizan y me vuelven a tirar, aquí siempre he sido la mala y me estoy cansando de tener que vivir la misma mierda todos los días, de tener que escuchar cosas que nunca fueron verdad, de que me definan como alguien que no soy, estoy cansada de escuchar mentiras, de tener que callarme, de intentar sonreír, de aparentar que estoy bien, estoy harta de todo y, ahora, lo que más deseo es poder desaparecer, porque sé que sin mí todo sería mucho mejor. Nadie sabe escucharme y nadie me escucha, no le importo a nadie y a mí me importa demasiada gente, saben recordarme mis errores, pero no mis méritos, saben hacerme caer, pero no me ayudan a levantar, han sabido estar conmigo en los buenos momentos, pero en los malos se han ido. ¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Molestar? Pues sí, seguro que eso es lo más probable, seguro que yo solamente sé molestar, seguro que no saben como soy, porque no soy nadie, seguro que al verme se alejan de mí, porque soy la rara, la aburrida y la sosa, pero ni siquiera saben como soy, nadie lo sabe, porque nadie se ha acercado a mí para descubrir como soy realmente, nadie ha sido capaz de ver con sus propios ojos la persona que de verdad soy y no la que DICEN que soy. Me hace mucho daño saber que siempre son las mismas personas las que ni siquiera saben mi historia, pero se la inventan, las que no conocen mis derrotas y critican mis victorias, las que conocen mis errores, pero no conocen los motivos por los cuales tuve que equivocarme, siempre son las mismas personas las que hablan mal de mí, pero únicamente cuando estoy de espalda, porque cuando me doy la vuelta todo es normal, cuando me doy la vuelta todo el mundo me quiere, cuando estoy cerca es cuando me dicen que valgo mucho para todos, pero todo son mentiras, porque, desde el momento en el que me alejo, me he dado cuenta de que siempre dicen que soy la mala, la que se mete con todo el mundo, la aburrida que nunca se le ve por las fiestas, la sosa que sabe lo que es estar enamorada, pero no habla con ningún chico. Aún no entiendo por qué se tienen que meter en mi vida, si ni siquiera saben nada de ella, por qué hablan de mí sin conocerme. Saber mi nombre, no implica conocerme, así que dejen de inventarse historias, dejen de juzgarme, de meterse conmigo y de intentar hacerme daño, porque estoy MUY HARTA de aguantar, de sonreír, de sentir miedo y no poder hacer nada. Ya hace mucho tiempo que me he dado cuenta de las cosas, sé quiénes son las personas que de verdad me quieren y, la verdad, es que no son más de cinco. Sé quiénes son las personas que de verdad han estado a mi lado en todos los momentos y no solamente en los buenos, sé las personas que me han hecho sonreír cuando lo único que quería era llorar y, esas personas, son por las que he decidido luchar, porque por ellas si merece la pena intentarlo, ellas son las personas que no me conocen, pero tampoco se inventan mi forma de ser, esas personas son por las que daría la vida, esas personas son mis únicos amigos, los demás son compañeros, o tal vez, enemigos.

Puede que, para muchos o para pocos, yo sea una sosa, pero mis motivos tendré. Y es que prefiero ser sosa, antes de dejar que jueguen con mi corazón de la manera en la que lo están haciendo la mayoría de las chicas de mi edad. Prefiero ser una aburrida por no ir a la fiestas, antes de tener que ir a ellas y darme cuenta de la cruda realidad, de tener que ver a miles de jóvenes que no saben ni lo que hacen, porque están totalmente borrachos y, lo peor, es que así se creen que son mejores que los demás y a mí eso me da mucha pena, así que prefiero quedarme en casa y ordenar mi cuarto y, también, mi cabeza. Puede que no sea nadie, que esté sola, que no le importe a nadie, pero a pesar de todo, no cambiaré, porque la gente que me sabe querer, también sabe aceptar lo que soy.

Paso de todo, a partir de ahora seré quien yo quiera ser, no me dejaré llevar por lo que me digan, aprenderé de mis errores y seguiré adelante, pero siempre con una sonrisa. Haré mi vida, pero la haré YO y nadie más. A veces, me duele ser capaz de darme cuenta de las cosas. A veces, quiero ser la niña que un día fui, la niña que solamente quería jugar, la que pensaba que la amistad existía, la niña que el único dolor que sentía era el de la herida que se había hecho corriendo en el parque. No quiero crecer y tengo miedo de hacerlo, porque el tiempo me hace ver la realidad y, la verdad, es que prefiero no saber nada de ella, ya que cada vez que conozco algo más de ella, siempre sufro y no quiero sufrir, solamente quiero sonreír e intentar ser feliz con lo que soy y no con lo que nunca fui.







lunes, 21 de mayo de 2012

Adolfo Cabrales Mato♥.

Adolfo Cabrales Mato, al que conocen como "Fito", es el cantante que ha hecho que me de cuenta de muchas cosas, gracias a sus letras he sido capaz de reflexionar, gracias a sus metáforas me he dado cuenta de como es la vida. Solamente él me ha hecho llorar con su música, tal vez de tristeza o tal vez de alegría, pero de ambas maneras adoro a este chico, porque es el sonido de su guitarra el que alegra mis peores días, es su voz la que me hace volar a un mundo en el que todo es perfecto. Solamente él sabe hacer de la vida una canción, él es el que sabe cantar mi vida, es mi cantante preferido desde hace ya muchos años y esto no va a cambiar, porque una de las cosas que más me gusta de su música, es que mis problemas se solucionan cuando pongo sus canciones a todo volumen.

Fito es un ejemplo de que los sueños se pueden hacer realidad, porque me leído la historia en la que cuenta todo sobre su vida y viendo como fue esta, nunca imaginé que llegaría a ser lo que es ahora: alguien pequeño, pero a la vez tan grande, porque es pequeño de estatura, pero gigante de corazón, dado que, escuchando como canta, he podido darme cuenta de que su corazón no le cabe en el pecho, él pone el alma en cada una de sus canciones, sus letras son sus historias. Si no vive, no canta y si no canta, no vive.

"Yo soy mi pasado, mi presente y mi futuro. Soy las canciones que he escrito, los sitios en los que he tocado, lo que he aprendido en la calle, los amigos que me he encontrado. Yo soy lo que era y soy todo lo que me pasa. Soy sincero en lo que canto y en lo que escribo, porque estoy en cada letra que me has oído cantar. Cada día juego a hacer canciones y verso a verso construyo mi destino. Porque lo que más quiero en la vida es mi familia y mi banda de rock'n'roll. Soy Adolfo Cabrales, aunque todo el mundo me llama "Fito"... ¿Qué Fito? El de Fitipaldis, claro." Adolfo Cabrales Mato.
































No voy a sentirme mal si algo no me sale bien.

Supongo que todo esto que hoy ocurre a mi alrededor se debe a un solo motivo: es LUNES. Pero si no es así, no me preocuparé, no voy a sentirme mal si algo no me sale bien, he aprendido a derrapar y a chocar con la pared.


Cogiste el pie cuando te dí la mano.

Sé que algo no va bien, las cosas han cambiado entre nosotras, esta amistad cada vez va a menos y me doy cuenta día a día. Siempre me has tenido para todo, siempre intento estar a tu lado para todo, mientras que tú solamente apareces en los momentos de risa, pero cuando te necesito de verdad nunca has estado aquí, aquí conmigo. En los peores momentos, cuando te cuento mis problemas, tú nunca has tenido nada que decirme, siempre te has quedado callada, no has sido capaz de apoyarme o decirme que todo se va a solucionar y eso me hace ver que me quieres, únicamente, para pasártelo bien y, darme cuenta de esto me empieza a doler, me duele saber que, después de tantos años de amistad, nunca hemos sido amigas, solamente hemos llegado a ser compañeras.

Siempre me han dicho que me quieres cuando te interesa y yo nunca me lo he querido creer, porque eras mi mejor amiga, lo eras todo para mí, pensaba que yo era la única que te conocía realmente, que nadie te conocía tanto como yo, pero me he dado cuenta de que soy yo la que menos te conoce. Pensaba que eras diferente, pensaba que estarías siempre a mi lado y no sólo en los buenos momentos, pensaba que nunca me ibas a dejar de lado cuando tenías a más amigas alrededor, pero mis pensamientos eran erróneos, estaba totalmente equivocada contigo. Nunca has estado a mi lado, siempre me has dejado sola y yo como una tonta te he seguido el juego, he intentado no molestarme cuando veía que te ibas y me dejabas atrás, he intentado pensar que lo haces sin darte cuenta, pero no me termino de convencer, porque sé que las cosas son así; sé que no te importo, nunca te he importado.

Yo me he tragado tus problemas, te he intentado ayudar, te he dado un abrazo cuando lo has necesitado, he estado a tu lado cuando nadie lo ha hecho, te he defendido incluso cuando sentía miedo de hacerlo, te he dicho que sí cuando lo que más quería era decirte que no, me he callado para no discutir,  pero sé que todo esto no te importa y prefieres irte con tu amiguita, la amiguita que tienes ahora, por la que has decidido dejarme sola, la amiga con la que puedes mantener conversaciones que conmigo nunca mantuviste, la amiga con la que puedes reírte de mí, criticarme e inventarte cosas, pero no sabes decirle lo que soy, porque para ti no soy nada.

Por otra parte, quiero recordar que me has dicho que soy una sosa, porque siempre he pasado de los niñatos de nuestra edad, pero deseo que te pares a pensar y te preguntes si de verdad merece la pena romper tu corazón con catorce años y digo romper, porque los chicos a esta edad no saben ni lo que hacen, manejan a las chicas a su antojo, nosotras como idiotas nos dejamos llevar y todo por nuestro corazón, por creernos que somos grandes, simplemente, por tener novio, pero yo no soy así y si no te gusta, no me importa, no cambiaré y quiero que te des cuenta de una vez de que yo seré como quiera ser, no como tú quieres que sea. 

Si quieres tener novio, tenlo. Si quieres irte de mi lado, vete. Si quieres cambiar, cambia. Si quieres sentirte "guay" emborrachándote, emborráchate. Si quieres tirar tu vida por la borda, tírala, porque ya me he cansado de ayudarte a que abras los ojos, me he cansado de aguantar tus tonterías, de escuchar los nombres de los chicos con los que te has ido, de que me claves puñales por la espalda, de que me quieras por interés, de tener que dejarme manejar por ti, en general, me he cansado de ti.

Ojalá supieras que he llegado a llorar por ti y lo que he sufrido cuando sabía que tú estabas sufriendo, pero ahora me arrepiento, me arrepiento de haber llorado por alguien que no merece ni mis lágrimas. Ya no seré tan tonta, ahora me preocuparé por las personas que de verdad lo merecen y no perderé la sonrisa por alguien como tú, nunca estaré triste por ti, porque ya no me importas, excepto en los buenos momentos, ahí si me importas, al igual que te importo yo a ti. Contigo haré lo que tú has hecho conmigo.

Deseo que vuelvas a ser la misma de antes, la niña que yo conocí, la niña que sabía ser amiga de sus amigas,  aquella niña simpática y no la rebelde que ahora conozco, la niña que le gustaba estudiar para sacar buenas notas y ahora no quiere estudiar para sentirse "guay".

En fin, supongo que ya no puedo hacer nada, mis palabras nunca te han servido, por eso me he rendido, lo he dado todo pro perdido. Nuestra amistad nunca ha significado nada, así que, ¿para qué seguir así?, ¿para qué seguir preocupándome por ti, cuando sé que ni siquiera te importo? Seguir sufriendo por alguien que no quiere abrir los ojos, preocuparme por alguien que pensaba que era mi amiga, pero en realidad sé que no lo es, seguir así, no merece la pena, así que adiós. Siempre seremos compañeras de clase, pero nunca amigas. Tu juego de intentar manejarme ha terminado. 

domingo, 20 de mayo de 2012

Tengo el defecto de sonreír.

Soy una persona como otra cualquiera, no me gusta ser diferente, pero tampoco me gusta ser igual, por eso he decidido ser yo, ser quien de verdad quiero ser y ya no me importa lo que los demás quieran pensar, porque yo soy la que más me conozco, nadie sabe como soy realmente, así que no me preocupan las opiniones o las críticas. La gente sabe mi nombre, pero no mi historia. Saben lo que tengo, pero pocas personas saben lo que un día perdí. Critican mis victorias, pero no conocen mis derrotas. Nadie sabe como soy, pero sé que muchas personas hablan mal de mí. Dicen que me lo tomo todo a la broma, pero no saben que a mí me preocupan demasiadas cosas, más de las que de verdad tendrían que preocuparme y el hecho de que sonría no significa que sea feliz, significa que no quiero mostrar como me siento realmente, significa que prefiero luchar por sonreír, antes que darme por vencida y tener que llorar. Siempre he tenido una sonrisa junto a mí y nunca la voy a perder, no me importa lo que me quieran decir, porque me he acostumbrado a las críticas y estas ya no me afectan. 

Tal vez, sonreír sea uno de mis defectos, pero no lo quiero cambiar, porque gracias a mi sonrisa he sido capaz de saltar barreras que veía imposibles de superar, con una sonrisa he sido capaz de alcanzar muchas metas que nunca imaginé llegar a ganar. Con mi sonrisa he sido capaz de olvidarme del mundo que me rodea, de los problemas que día a día intentan derrumbarme, de lo que un día perdí, de las cicatrices que me dejó marcadas el pasado, de todas las veces que he caído, de la soledad que he sentido. Con mi sonrisa he podido olvidarme de este absurdo día a día, de las noches que pasé llorando y nadie estaba a mi lado, de aquella despedida que tanto me ha llegado a doler, de todos los malos momentos que un día tuve que vivir. Han sido tantas cosas las que he superado gracias a mi sonrisa y, la verdad, es que nunca voy a cambiar, siempre seré la niña que soy ahora, esta que está aquí, la niña que ha sufrido un pasado doloroso, la que intenta aparentar que tiene un presente feliz y la que quiere construir un futuro uniendo lo mejor de su pasado y de su presente. Soy la niña a la que le han hecho daño, pero nadie se ha dado cuenta, porque solo ha sido capaz de sonreír, soy la niña imperfecta, pero no busca la perfección, no me molestaré en encontrarla, porque sé que no existe. Soy la niña a la que siempre le han preguntado "¿No te duelen las mejillas de tanto sonreír?" Y yo nunca he contestado a esa pregunta, porque nunca he sabido exactamente la respuesta. No sonrío porque sea feliz, no sonrío porque me lo tome todo a la broma, no sonrío porque nada me preocupe, no sonrío porque no tenga problemas. ¿Por qué demonios nunca he podido dejar de sonreír? ¿Será un defecto? No lo sé, nunca me he preocupado en encontrar la respuesta y nunca lo haré, así que cuando me vuelvan a hacer esa misma pregunta, yo solamente seré capaz de sonreír y así me pasaré el resto de mi vida, estoy segura. :)

jueves, 17 de mayo de 2012

Me dí cuenta tarde que les perdí, por pensar que les tenía.

No puedo soportarlo más, cada día noto que la distancia está destrozando nuestra amistad, la amistad que un día prometimos cuidar, la amistad que dijimos que sería para siempre. Cuando me tuve que ir me prometieron que nunca me iban a olvidar, pero nada de esas palabras fueron verdad, también me dijeron que la distancia no nos iba a separar, pero me mintieron, porque ahora me ven y parece que soy una desconocida, parece que no me conocen de nada y no se dan cuenta de que crecimos juntos, que nos conocemos de toda una vida y cada día me cuesta más estar sin ustedes. No saben como me siento por no tenerles a mi lado, no saben las lágrimas que he derramado al recordar todos nuestros momentos, al saber que ya no les importo, que entre ustedes ya sobro y esto me empieza a doler, porque cada día veo como nuestra amistad desaparece, veo como ustedes tienen la oportunidad de seguir unidos, mientras que yo me tuve que separar, pero no fue mi culpa y lo saben perfectamente, aunque supongo que aún no son capaces de entenderlo, no son capaces de entender que yo no me fui porque quise, yo me fui porque era mi obligación, no pude hacer nada para evitarlo, así que no digan que no luché por salvar nuestra amistad, porque si no luché es porque no tuve tiempo y cuando me dí cuenta ya era demasiado tarde, ya todo había cambiado y nos separaban unos estúpidos kilómetros, kilómetros que han destrozado nuestra amistad.

Ojalá puedan sentir lo mismo que yo siento ahora mismo y también lo que un día sentí cuando tuve que quedarme sola, cuando tuve que perder a todos y cada uno de mis amigos, aún no son capaces de darse cuenta de que la soledad siempre duele, pero no lo saben porque nunca la han sentido, en cambio yo sí, yo he vivido la soledad que no son capaces de imaginar, yo me tuve que quedar sola, tuve que acabar una vida para acostumbrarme a otra, no podía luchar porque estaba sola, caí y no me pude levantar porque estaba sola, la soledad es algo que no le deseo a nadie. Supongo que lo pasado, pasado está y eso es lo que formamos ahora, un pasado que no puedo sacar de mi presente y que también formará parte de mi futuro.

Me duele saber que esto ha acabado aquí, que todo se ha convertido en un triste pasado, que los alegres momentos que vivimos juntos se han convertido en lágrimas porque sé que solamente son unos malditos recuerdos y ya estoy harta de tantos recuerdos, yo necesito realidades, necesito vivir nuevos momentos con ustedes, mis amigos que sé que nunca podré recuperar, porque me han querido olvidar y aún no entiendo por qué, no entiendo como nuestras conversaciones de cinco horas pasaron a ser de cinco minutos, no entiendo por qué nuestras risas se han convertido en lágrimas, por qué nuestra amistad se ha convertido en un pasado, por qué todo ha tenido que acabar así, así de triste, porque ya ni siquiera nos saludamos y cuando nos vemos por la calle evitamos cruzarnos o giramos la cabeza hacia el otro lado. Cuando me fui pensé que nada iba a cambiar, que íbamos a seguir viéndonos aunque no iba a ser en el colegio, pensé que nada nos iba a separar, que nuestra amistad sería infinita a pesar de los kilómetros y pensé que siempre seríamos grandes amigos, pero reconozco que me equivoqué, que todo eran mentiras y más mentiras, que las promesas que hicimos no valieron de nada, que las palabras "no te preocupes, siempre seremos amigos" se las ha llevado el viento, la verdad, es que ahora me he dado cuenta de que nada puede ser para siempre, nada es eterno, todo tiene un final, así que nuestra amistad también. Hasta aquí hemos llegado, no hace falta que se preocupen cuando me ven por la calle, no se molesten en saludarme, porque sé que ya soy un estorbo entre ustedes y me he dado cuenta tarde, pero ahora ya lo sé todo, ya sé que no significo nada en sus vidas, que me he convertido en una extraña, pero bueno, supongo que la distancia hace el olvido, aunque yo no soy como ustedes, yo no les he olvidado, porque yo sí dije la verdad, yo dije que nunca me iba a olvidar de ustedes, que siempre iban a ser lo mejor que me había pasado en la vida, que los mejores momentos, sin duda, los viví junto a ustedes, que a pesar de la distancia iba a seguir hablando con ustedes y así lo he hecho y lo haré siempre, porque pueden creer lo que les de la gana, pero siempre diré lo que un día les dije, siempre voy a tenerles cariño como el primer día y pueden pensar lo que quieran, nada que salga de sus bocas me lo voy a creer, porque todo son mentiras, nada de lo que digan me va a ofender y no intenten hacerme daño, porque no lo van a conseguir, dado que son unas simples mentiras con piernas, así que yo las mentiras no me las creo. Sé que van a construir un futuro sin mí, pero también sé que recordarán un pasado conmigo. Yo construiré un futuro, pero no voy a decir que no van a estar en él, porque cada paso que dé sé que ustedes vendrán conmigo, no a mi lado, pero sí en mi corazón, porque no le guardo rencor a nadie y mucho menos a unos amigos que crecieron junto a mí, yo no soy como ustedes, yo no dejo de lado a una amiga únicamente porque la vida quiso separarla de mi lado, yo siempre recuerdo a todas y cada una de las personas que pasan por mi vida y las que más recuerdo, sobretodo, son las que sé que han sido importantes. Antes estaba segura de que formé una gran parte de sus vidas, pero ahora esa seguridad se ha convertido en una duda, ahora dudo si de verdad un día llegué a ser importante para ustedes, porque parece que no fui nadie, pero ya me da igual, ya no me importa lo que quieran pensar, decir u opinar sobre mí, no me importa que me olviden, yo ahora tengo muchísimos amigos, amigos de verdad, amigos con los que aprenderé a vivir sin la necesidad de necesitarles a ustedes. Ahora tengo amigos con los que no compartí una infancia, pero sí una adolescencia, amigos que me quieren y me lo han demostrado, amigos que me hacen promesas y saben cumplirlas, amigos a los que no les importa lo que haya vivido sin ellos, sino lo que me queda por vivir junto a ellos, amigos que están conmigo en los buenos y en los malos momentos y no solamente en los momentos de risa, porque ellos saben secar mis lágrimas, saben cuando necesito una sonrisa y cuando necesito un hombro para llorar, ellos, mis amigos hablan conmigo como si me conocieran de toda la vida, a ellos no les importa que haya llegado tarde a sus vidas, en cambio, a ustedes les molesta que me haya ido, pero yo no me he ido, yo simplemente me he cambié de colegio, pero dije que siempre iba a estar con ustedes y ahora no se dan cuenta de que han sido ustedes los que han decidido irse, ahora he sido yo la que me he arrastrado para que esta amistad no se acabe, yo he sido la que me he callado para no terminar esta gran amistad, pero ya me he cansado de tanto silencio, ya me he hartado de aguantar excusas incoherentes para no hablar unos simples minutos. Me he cansado de luchar por nuestra amistad, mientras que ustedes no mueven un dedo por ella y dejan que esto se acabe, así que muy bien, supongo que así lo han querido, aquí acaba nuestra amistad, ahora seré yo la que no va a mover un dedo, ahora será cuando ustedes se arrepientan y me vengan suplicando como siempre lo hacen cada vez que se equivocan, pero ya no me creeré más promesas, no perdonaré más errores, porque ya no les necesito y me duele saberlo, pero puedo decir que soy feliz sin tenerles a mi lado, ya no necesito creerme tantas mentiras. Sé que cuando digo la verdad a la cara, siempre se enfadan conmigo, pero ya no me importa, pueden irse enfadados, aunque yo jamás me enfadaré con ustedes, yo no me voy enfadada, yo me voy con una sonrisa, porque sé que he finalizado una historia, pero también sé que comenzaré otra mejor y sin ustedes en mi mente, pero sí en mi corazón. No imaginaba que nuestra amistad iba a tener un final así, pensaba que ni siquiera iba a finalizar, pero así es la vida, siempre sorprendiendo con las cosas menos esperadas.

No no les voy a desear el mal, ni tampoco tengo la necesidad de intentar ofender con insultos, yo no le deseo el mal a nadie, ni si quiera a las personas que estoy segura que me lo han deseado a mí, pero yo no soy así, yo quiero lo mejor para todos, también para ustedes y no me importa el daño que me hayan hecho, porque no fue culpa de ustedes, fue mi culpa por no haberme dado cuenta de las personas que realmente son, pero al fin he abierto los ojos, he visto la realidad y me he dado cuenta de que con ustedes solamente perdí el tiempo, mi lucha por intentar no perder nuestra amistad no tuvo sentido, ustedes se reían de mí al mismo tiempo que yo estaba llorando por ustedes.

Me hicieron mucho daño, pero ya no sentiré más dolor, esta diversión que ustedes encontraban mientras me clavaban puñales por la espalda ha terminado, este juego de contar mentiras ha llegado a su final, ya no podrán jugar conmigo y mucho menos con mi corazón, ya no me creeré ni una sola palabra más, ya no me dejaré llevar por la pena o por el miedo, he dado más oportunidades de las que de verdad se merecen y ya no tendrán ni una más, así que sean felices sin mí, porque yo también lo seré sin ustedes. Y ahora me paro a pensar y me arrepiento de haber sido tan tonta, de haber estado llorando todos los días por ustedes, de haber hecho lo imposible para evitar alejarme, de haber dejado que sus mentiras borraran mi sonrisa, de haber pasado tardes enteras en mi cuarto derramando lágrimas porque necesitaba estar junto a ustedes, de haberles echado tanto de menos cuando ustedes ni siquiera pensaban en mí.

La historia que vivimos juntos siempre me hace llorar, porque todo esto me duele, me duele muchísimo y me faltan palabras para expresar lo que ahora mismo siento, porque siento tantas cosas a la vez y a la vez no siento nada, siento que esto se acaba, pero sé que nunca tendrá un final, sé que en el fondo, en el fondo más hondo, seguiremos siendo amigos, porque sé que ustedes no quieren tragarse el orgullo y aceptar que yo no tuve la culpa de haberme tenido que ir. Llevo esperando demasiado tiempo a que acepten que nuestros cuerpos están separados, pero nuestros corazones no y esta espera se hace eterna, así que supongo que nunca llegará ese momento, nunca aceptarán que me tuve que ir por las circunstancias en las que mi familia se encontraba y no porque quise, pero, en fin... Ustedes siempre pensarán lo que quieran, así que no tengo nada más que decir, solamente, les deseo lo mejor y ojalá no les pase nunca esto que me tuvo que pasar a mí, porque puedo asegurar que duele y si algún día les pasa lo mismo será ahí cuando me entiendan, cuando comprendan mi dolor y cuando se arrepientan de haber actuado de la manera que lo han hecho.

Sé que lo que voy a decir ahora no me lo van a creer, pero no me importa y tengo que decir que a ustedes siempre les querré mucho, les tengo mucho cariño, no quiero olvidarme de ustedes y aunque quiera sé que no lo voy a lograr, porque mi mente nunca puede parar de pensar en cada uno de vuestros nombres.

Mi vida tiene que continuar y si tengo que hacerlo sin ustedes, lo haré. Lucharé por seguir adelante, porque nunca me rendiré y mucho menos por personas así, no merece la pena rendirme por personas a las que ni siquiera les importo, por personas por las que fui utilizada, por las que me manejaron a su antojo y yo como una idiota me dejé llevar y al final ha sido a mí a la que le ha tocado sentirse mal sin motivos, pero ya no voy a llorar, porque sé que a los amigos que de verdad me quieren no les gusta que pierda mi sonrisa, así que adiós, mucha suerte en todo y espero que reflexionen, maduren un poco, se den cuenta de las cosas y sean capaces de tragarse el orgullo, no se preocupen, el orgullo no engorda, aunque ahora ya no sirve de nada tragárselo, porque soy yo la que ya no se quiere tragar vuestro perdón y mucho menos, vuestras mentiras.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Necesito encontrar mi sonrisa.

Siempre llega el día en el que las cosas se cambian de lugar, en el que solamente siento ganas de llorar, pero sé que debo luchar, por eso no me quiero derrumbar, únicamente quiero y necesito sonreír, porque una sonrisa hace que me sienta más feliz y aunque ahora mismo esté llorando, sé que luego podré reír, porque pienso que no merezco estar así, aunque supongo que la vida tiene que tener momentos buenos y malos, si no fuese así, la vida sería perfecta y todo sería demasiado fácil de conseguir, pero aunque sea difícil yo voy a sonreír, porque nadie merece mis lágrimas y quien las merezca no me hará llorar. Sé que la gente que me quiere no le gusta que pierda mi sonrisa, por eso he decidido, una vez más, dejar las lágrimas atrás y comenzar a luchar para así poder solucionar los problemas que ahora me intentan derrumbar, pero no lo lograrán. Y si un día quiero llorar, debo de encontrar buenos motivos para hacerlo, porque llorar sin motivos no tiene sentido. Desde ahora y para siempre prometo no volver a sufrir, solamente voy a sonreír y a intentar ser feliz, aunque sé que hoy precisamente he llorado, pero ha sido porque me he despistado y me he olvidado de olvidar los problemas que me impiden sonreír, pero mañana podré volver a reír y con mi sonrisa voy a intentar ser feliz.














lunes, 14 de mayo de 2012

Cerca del final, donde todo empieza.



Déjate llevar si el alma te lleva. Duele el corazón cuando te lo dejas cerca del final, donde todo empieza.

Porque todo empieza cerca del final.

jueves, 10 de mayo de 2012

A veces, las pequeñas cosas se convierten en las más grandes.

La vida debería tener un botón; un botón de pausa que al apretarlo, haga que todo se congele y se detenga. Haga que nos quedemos estancados en esos momentos que nos hacen felices, en esos momentos que para nosotros son únicos; los que realmente merecen la pena. Pero sabemos que en la realidad no existe ese botón, por eso debemos disfrutar de esos momentos al máximo, porque si se van, ya no volverán. Así que sonríe y disfruta de los mejores momentos que la vida te regala y por muy pequeños que puedan llegar a ser algunos, disfrútalos con la misma felicidad, porque a veces las pequeñas cosas se convierten en las más grandes.

¿Por qué tenerle miedo a la muerte?

Nunca he entendido por qué las personas le tenemos miedo a la muerte, por qué lloramos cuando alguien se tiene que ir para siempre, por qué sentimos dolor cuando alguien de nuestro alrededor muere, si no sabemos nada de la muerte ¿por qué le tenemos miedo? Le tenemos miedo y ni siquiera sabemos donde está, no sabemos como es ese lugar, tal vez sea el cielo como nosotros creemos, pero ¿por qué nos preocupa la muerte, si nunca vamos a saber como es realmente? Tal vez, nos preocupe porque nos hemos acostumbrado a la vida y nos da miedo irnos de ella, pero alomejor la muerte es mejor que la vida, alomejor en la muerte podamos vivir eternamente, alomejor en la muerte no sintamos dolor, ni suframos por nada, ni existan las clases sociales, ni el racismo, ni la pobreza, tal vez allí todas las personas seamos iguales, alomejor allí todas las personas podemos ser felices, allí puede que nadie pase hambre, que a nadie le haga falta cariño y que todos tengamos una familia. En la vida muchas veces hemos intentado buscar la perfección, pero nunca la hemos encontrado y nos hemos dado cuenta de que la perfección no existe. No, la perfección no existe en la vida,  pero puede que en la muerte todo sea perfecto y sea allí donde por fin podamos encontrarla. La vida se acaba, en cambio la muerte no sabemos si tiene un final, tal vez no tenga ni principio, pero ¿por qué no le tenemos miedo a la vida, si sabemos que es la que algún día se va a acabar de verdad? Es increíble como somos las personas, porque nos preocupamos por cosas que ni siquiera sabemos como son en realidad, sentimos miedo solamente por las imaginaciones que nuestra mente inventa, nos dejamos llevar por todo lo que se nos viene a la cabeza, nos guiamos por todo lo que escuchamos, vivimos con el miedo de que el tiempo se acabe, de que se nos haga tarde, de encontrar el final del camino de la vida y nos tengamos que ir, no sabemos hacia donde vamos exactamente, porque nadie nos ha contado como es la muerte, no conocemos nada de ese lugar tan extraño. Tenemos miedo a la muerte, pero muchas veces nos quejamos de como vivimos, tenemos miedo de que el tiempo pase y nos haga morir, pero muchas veces perdemos el tiempo mientras vivimos. No puedo decir que no le tengo miedo a la muerte, ¡claro que le tengo miedo! Pero sé que tiene que llegar, así que estaré preparada, esperaré todo aquello que tenga que venir y aunque sienta miedo estaré segura, no me preocuparé, porque no sé como es ese lugar y alomejor allí encuentre a personas que hoy, aquí en la vida, hecho tanto de menos.

martes, 8 de mayo de 2012

Un pasado que pasado está.

Todo estaba perfecto y pensaba que mi vida nunca iba a cambiar, creía que nunca me iba a dar cuenta de como es la vida realmente, vivía en mi mundo de fantasía y soñaba con ser una princesa, pensaba que nunca iba a crecer, que mis amigos de toda la vida iban a ser para toda la vida, pero el tiempo tuvo que cambiar todo de lugar y aún no entiendo por qué...

Poco a poco, todo en mi vida cambió y con ello pude darme cuenta de como es la vida realmente, tuve que olvidar aquel mundo de ilusiones y fantasías, abandoné el sueño de ser una princesa, ya que sabía que nunca lo iba a alcanzar, supe que tenía que crecer y lo peor, es que tenía que hacerlo sin mis amigos de toda la vida. De repente, todo se convirtió en un recuerdo, me quedé sola a mitad de un camino, sin saber una dirección exacta, entonces caí en lo más hondo, mi fuerza se agotó, pensaba que aún era demasiado pequeña como para luchar con una única compañía: la soledad. Y por eso decidí rendirme, me quedé a la espera de que alguien me tendiese su mano para ayudarme a levantar, pero la espera se me hizo eterna y me paré a pensar que tal vez, tenía que aprender a levantarme sola, así que luché y lo conseguí.

Me levanté y seguí caminando sin rumbo, pero buscando una dirección. Estaba sola, pero nadie era capaz de darse cuenta y a veces sentía que sobraba, llegué a sentir esa sensación de que no le importaba a nadie, solamente era un estorbo y cuando hacía algo bien nadie me decía nada, en cambio, cuando cometía un error el mundo entero venía en mi contra. Nadie era capaz de darse cuenta del dolor que sentía aún siendo una niña, de la soledad que tanto miedo me llegó a dar y ya estaba tan cansada de esperar a que alguien se preocupase por mí que decidí empezar una lucha por mi misma, sin necesidad de tener a nadie a mi alrededor.

Ya no me preocupa la soledad, porque un día aprendí a vivir con ella, pero aún así le tengo miedo y si vuelve a mi vida tendría que empezar de nuevo una vez más. Ya no me importa el dolor, he sentido tanto que ahora ya no siento nada. Si mi vida vuelve a cambiar, yo volveré a luchar. Si todo se desordena, yo lo ordenaré. Si la vida no me sonríe, le sonreiré yo a ella, porque me he dado cuenta de que no merece la pena sufrir, el sufrimiento y el dolor solamente me impiden que siga adelante, por eso he decidido dejarlos atrás y sonreír, porque si sonrío sé que todo será más fácil, con una sonrisa podré ver todo esto que he vivido como un pasado que me dejó una cicatriz la cual me quedará marcada para siempre. Puede que aún me queden muchos malos momentos por vivir, muchos nuevos caminos por recorrer, nuevos errores que cometer, pero esperaré todo aquello que tenga que venir, no me voy a preocupar, no voy a sentir más dolor, no voy a rendirme nunca más, no lloraré por mis errores, porque ya he llorado bastante, he llegado a llorar sin motivos, he llorado porque me he sentido confusa y nadie ha estado ahí para aclararme, he estado sola durante demasiado tiempo, y si la soledad vuelve a mi vida tendré que vivir con ella como ya hice un día. He tropezado y no he sabido como levantarme. Ahora no quiero llorar más, sé que eso ya no merece la pena y solo me queda sonreír, intentar ser feliz con lo que tengo sin necesidad de tener más, y llegar a la meta que me he marcado en este camino, pero no quiero ganar, no importa que llegue la última, ya me he acostumbrado a serlo, así que si soy la última no me sentiré derrotada, solamente sentiré que he sido la que más ha tardado en llegar, pero al final lo he conseguido. He sido tantas veces derrotada, que ya vivo las derrotas como victorias, porque ganar merece la pena, pero perder tampoco está mal, ya que si pierdo lucharé para así poder ganar, pero si gano no lucharé más, dado que ya he conseguido la victoria. He tenido un pasado demasiado doloroso, pero aún así no lo voy a olvidar, porque de él he aprendido a ser quien soy ahora, ese pasado que ayer tuve me ha enseñado a ser más fuerte, a perder el miedo de equivocarme, a llegar a levantarme sin nadie que me dé la mano, a dejar todo atrás y construir un nuevo comienzo, a sonreír pese a todo y lo que más me ha enseñado, es que la vida puede llegar a quitarme todo lo que tengo, pero siempre me devuelve algo mejor, porque a pesar del pasado que me tocó vivir, ahora no me siento sola, ahora sé que tengo a mucha gente alrededor, ahora sé que si me caigo tendré más de una mano para poder levantar, ahora es cuando sé que la vida algunos días tiene que apuñalarme y otros traerme flores, ahora es cuando puedo decir que hoy soy feliz con lo que tengo, pero también deseo tener aquello que un día tuve y la vida me lo quitó.


lunes, 7 de mayo de 2012

Una historia y algo más.

Un día, Amelia decidió pararse a pensar en su vida, en lo que sería de ella el día de mañana; se paró a pensar en su futuro y en él encontró demasiados obstáculos que le iban a impedir cumplir lo que de verdad deseaba.

Quiso empezar a llorar, pero cuando una lágrima estaba a punto de mojar su cara, se dio cuenta de que llorar era demasiado fácil, así que decidió sonreír. A partir de ese día, Amelia no podía parar de sonreír, siempre tenía una sonrisa en su rostro y entonces, sus amigas le definían como "la niña que siempre se está riendo."

Todos los días, alguien le decía a Amelia "Eres muy feliz, ¿verdad?" Y en ese instante, Amelia recordaba de nuevo su futuro, sabía que no era feliz, pero nunca era capaz de contestar a esa pregunta y lo único que podía hacer era reír, reír sin parar, reír hasta perder el control...

Seguía pasando el tiempo y como todos los días, Amelia pensaba y pensaba en su futuro y luego, sonreía. Una vez más, tuvo que escuchar aquella pregunta, la pregunta que le detenía en el tiempo, pero esta vez no fue así, esta vez no se quedó parada, ni tampoco se empezó a reír, porque Amelia estaba tan harta de quedarse callada y solamente ser capaz de sonreír, que decidió responder al fin a la pregunta "Eres muy feliz, ¿verdad?"...

"No es que sea feliz, lo que pasa es que ya no me importan las lágrimas, porque ellas no solucionan nada y además, llorar es demasiado fácil y sí, puede que alguna vez necesite llorar, pero cuando me enfrento al mundo prefiero sonreír, aunque luego, cuando me quedo a solas, se me viene el mundo encima y es ahí cuando lloro, cuando estoy sola, solamente cuando estoy sola, porque nunca me ha gustado demostrar como me siento realmente y por eso lloro cuando estoy sola, porque siento miedo y siempre es la soledad la que me hace llorar, dado que es ella la que me trae los malos recuerdos a mi mente; es la soledad la que hace que el silencio grite bien alto mis errores, aunque nunca se llegue a escuchar su sonido; sí, es la soledad la que me desvela por las noches; la que me come la cabeza; la que hace que sea una cobarde; la que intenta que esté sola, pero a pesar de todo nunca lo ha logrado y por eso estoy aquí sonriendo, pero ese no es motivo para que me vean como alguien feliz, solamente pido que me vean como a una persona que es capaz de sonreír ante los problemas, porque soy una persona que se enfrenta a la vida usando una sonrisa como arma blanca, me gusta reírme de mis problemas, pero nunca de los problemas de los demás. Y ahora mismo, lo único que deseo, es poder mirar a mi alrededor y ver al mundo con una sonrisa." Respondió.

Cuando Amelia dejó de hablar, se dio cuenta de que tenía a un círculo de gente alrededor, el mundo entero le sonreía y ella estaba en el centro sonriendo también. Ella era el centro de atención, a la que el mundo estaba escuchando, entonces se dio cuenta de que al fin, logró que el mundo se pusiese a sus pies y no ella a los pies del mundo, y lo mejor, es que había logrado el sueño que ella siempre había deseado cumplir en su futuro: mirar a su alrededor y ver al mundo entero con una sonrisa. Y por eso decidió seguir sonriendo y luchar por lo que de verdad deseaba, porque aprendió que nada es imposible de lograr y que los sueños de hoy, pueden convertirse en la realidad de mañana.

"Si tú no construyes tu propio futuro, nadie lo hará. No pienses que es la vida la que decide tu futuro, porque ella solamente te ayuda y te da tiempo para que lo puedas construir, pero nunca va a decidir tu camino. El camino lo construyes tú, con tus propios pasos. Y a medida que vas caminando te vas dando cuenta de lo que va a ser de ti y eso es el futuro: la huella que tú marcarás con tus pasos, mañana. Si no luchas y te rindes, no puedes decir que tus metas son imposibles de ganar. Primero lucha, porque sabes que nada es imposible y no tengas miedo a equivocarte, porque los errores están para que aprendas de ellos. Si te caes, levántate y sigue rumbo a la meta que un día te propusiste llegar. Tal vez, me equivoque, porque esto solamente son mis pensamientos, pero si pienso así, es porque tengo motivos. Yo un día decidí rendirme, no quise luchar más, todo lo daba por perdido, pero luego abrí los ojos y me paré a pensar, sabía que debía de empezar una lucha, un camino, un destino, una meta, un futuro y es ahí cuando mi vida cambió y de repente, sueños que veía imposibles, se hicieron realidad. Perdí mucho tiempo esperando a que la vida me ayudase a construir mi futuro, pero al fin me he dado cuenta de que el futuro está en mis manos, nadie puede decidir por mí, porque es mi vida y yo debo decidir lo que será de ella. Y sí, también sé que para muchas personas de mi alrededor, por no decir todas, dicen que aún soy pequeña para entender a la vida, pero sé que eso no es verdad, sé que de edad soy una niña, pero de mente no. Tengo las cosas bastante claras, sé realmente como soy y no soy como la gente piensa, yo no me invento las historias, porque primero las vivo en la realidad y luego las escribo. Para la edad que tengo, he vivido bastantes experiencias malas, una de ellas es que un día tuve que dejar a todos mis amigos atrás y conocer a otros y es ahí cuando me sentí sola, cuando sentí miedo, cuando aprendí a luchar por mí misma, cuando me dí cuenta de que la vida a veces tiene que darme palos como esos. No soy como la gente de mi edad, yo no quiero sentirme "guay" con un cigarro en la mano, no quiero tener un novio para decir que soy grande, no quiero dejar de estudiar para que no me digan "empollona", no quiero emborracharme en una fiesta para al día siguiente decir que tengo resaca por haber bebido hasta perder el control, no quiero sentirme orgullosa de haber probado el alcohol o la droga, porque sé que con eso lo único que consigo es fastidiar mi futuro. Yo no puedo decir que tengo amigos de toda la vida, porque esos amigos ya se fueron, aunque siempre los recordaré, ellos fueron los amigos con los que crecí y luego me tuve que alejar de ellos y ahí también aprendí que la distancia separa cuerpos, no corazones. Y sí, ahora tengo amigos, muchísimos amigos con los que me siento feliz, pero nada es como lo era antes. Estos amigos me ayudan  a que no esté sola, pero ellos no compartieron conmigo ninguna sílaba cuando estaba aprendiendo a leer, ningún lápiz cuando estaba aprendiendo a escribir, ningún juego cuando estaba aprendiendo a jugar, en cambio, mis otros amigos sí, porque con ellos compartí una vida, una infancia que jamás olvidaré. Sé lo que es la soledad y tengo miedo de que vuelva. El único consejo que puedo dar, es que aquellos que tienen la suerte de tener aún a los amigos de la infancia, deben cuidarlos, porque puede que algún día llegue el destino y haga que todo cambie y si digo esto es por experiencia. Antes, pensaba que la vida solamente quería hacerme daño y por eso lloraba, no podía parar de hacerlo, pero hoy me he dado cuenta de que debo seguir adelante, debo seguir con esos recuerdos en mi mente, con esas experiencias vividas, con esos malos momentos, con aquella soledad que un día llegué a sentir, pero sobretodo, con la sonrisa que me ha acompañado durante todo este recorrido que he logrado hacer con mis propios pasos. No me siento grande, pero tampoco pequeña. Me considero como una persona luchadora, con los pies en la Tierra y con la cabeza centrada. Tengo catorce años y aún no sé lo que es el alcohol, no sé lo que es una fiesta, no sé lo que es asfixiarme con el humo de un cigarro, no sé lo que es una resaca y ME SIENTO ORGULLOSA DE ELLO. No me importa lo que piensen de mí, la gente de mi edad puede reírse de mí, puede decir que soy una aburrida, una empollona, una "friki" o lo que les de la santa real gana y pueden hacerlo en mi cara, porque sé que seré yo la que mañana llegue más lejos en la vida y luego, puede que sea yo la que  me ría de ellos." Karina Melián Rodríguez.